Consejos para habituarse en la practica de la meditación
Si eres principiante es mejor comenzar poco a poco.
Vale más meditar brevemente cada día que meditar durante una hora al mes, por ejemplo.
Se amable contigo misma/mismo, es normal al comienzo que nuestros pensamientos nos distraigan pero con un poco de práctica y disciplina conseguiremos que sean como una música de fondo. Es muy importante que busques la técnica de meditación que te resulte más cómoda y sencilla para ti. Y no necesita ser algo complicado, por ejemplo, la técnica de Ho’oponopono es muy sencilla y da paz mental fácilmente.
· Si vamos a realizar meditaciones sentadas también es importante elegir posturas cómodas para nosotras/nosotros. Como occidentales sentarse en el suelo sin respaldo puede resultar muy incómodo y echar para atrás nuestras ganas de meditar.
No cambia la calidad de nuestra meditación el estar sentadas/sentados en una silla o sillón por eso busca la manera que te resulte más fácil.
· En cuanto a la respiración también tenemos que elegir
la que más se adecue a nosotras/nosotros y nuestras necesidades.
En general la respiración consciente ayuda a relajar el cuerpo y la mente
pero siempre se tiene que adecuar a nuestras condiciones personales.
De no ser así podría desmotivarnos y ser contraproducente.
· Utilizar las nuevas tecnologías para ayudarnos con alarmas y recordatorios a tener constancia en esta práctica.
En los teléfonos inteligentes y en las tabletas podemos establecer una serie de alarmas o recordatorios en los momentos que elijamos con mensajes que nos inviten a tomarnos un descanso para meditar o para repetir mantras.
Si no disponemos de ningún teléfono inteligente o tableta podemos usar notas o post-its. Y escribir en ellos las palabras o mantras que repitamos habitualmente.
Podemos colocar estas notas en sitios estratégicos en nuestra casa, para poderlas leer todos los días.
· También podemos usar para decorar nuestro hogar y tener presentes mantras o frases de Ho’oponopono cuadros y/o fotografías con nuestros favoritos.
· Buscar un lugar o habitación en nuestro hogar para dedicarlo a la práctica de la meditación. Así cada vez que entremos en ese lugar asociaremos automáticamente que debemos meditar.
No hace falta que sea una habitación entera, puede ser un armario amplio o el balcón.
Y a falta de espacio podemos arreglar una esquina de una habitación y poner los elementos que usemos y que nos ayuden a meditar.
· Lo de usar elementos para ayudarnos a meditar es otro de los consejos para ayudarnos
a centrar la atención en la meditación y no en nuestros pensamientos.
Podemos usar un rosario para llevar la cuenta de nuestras repeticiones de palabras de Ho’oponopono o de mantras.
· Podemos usar velas de duración determinada para saber cuanto tiempo llevamos meditando
para no distraernos usando un reloj o un teléfono.
También podemos fijar nuestra atención el la luz que desprende la vela.
Podemos usar también aromas o inciensos que nos relajen. Y usar por ejemplo cristales.
Los boles tibetanos pueden, por ejemplo, relajarnos con el sonido
así entrar en un estado meditativo.
· Pero tampoco nos hace falta nada exterior si no podemos o no queremos gastarnos dinero. Solo la determinación y predisposición para meditar lo más frecuentemente posible.
Si nos habituamos por ejemplo a meditar por la mañana y antes de dormir en la cama, así asociaremos el despertarnos y el irnos a la cama con meditar.
No importa que nos durmamos y que solo podamos meditar por un breve periodo de tiempo,
es más importarte habituarse a meditar a diario que la duración de las meditaciones.
· También podemos asociar la meditación a ciertas rutinas diarias. Podemos realizar meditaciones sencillas como repetir palabras de Ho’oponopono o mantras mientras
realizamos nuestras tareas diarias.
Tareas como limpiar la casa, fregar platos, hacer la colada, jardinería, hacer ejercicio,
por ejemplo, son momentos perfectos para habituarnos con las repeticiones.
Así crearemos el habito de cada vez que realicemos dichas tareas nos pongamos a meditar automáticamente.
Otra idea sería habituarnos a las repeticiones de camino al trabajo/a clase o de paseo.
De verdad que funciona y llega un momento que te pones a repetir automáticamente.
· Como último consejo y si es posible hacer grupos de meditación libres.
Quedar con amigos en la naturaleza y que cada uno practique en silencio
y a su ritmo unos minutos u horas de meditación.
Si tienes algún consejo o algo que añadir ponte en contacto con nosotros en la página de INICIO, sección CONTACTO.
Gracias.